OPINIÓN


jgalindo56@hotmail.com
la alegría
Cabaña amenaza a los críticos. Teófila amenaza a Fomento. Las cofradías amenazan a los defensores del derecho a abortar. Joder, cómo está el patio. Parece que retrocedemos a los carpetovetónicos tiempos del príncipe de las tinieblas.
Pues yo me he propuesto reivindicar la alegría (como las obamitas) frente a los agoreros, frente a los consejeros y delegados de la Junta, diputados provinciales, secretarios generales, subsecretarios y toda esa ralea de altos funcionarios paniaguados que viven del presupuesto general y se esconden como ratas frente a los problemas de los ciudadanos. Esos que vienen a visitarte cada cuatro años para pedirte el voto y después desaparecen en sus despachos de alto copete.
Alegría frente a concejales iletrados, asesores de chichinabo, gestores de cultureta y resabiados capillitas que se creen el ombligo del mundo y disponen que ha llegado la hora en que ellos van a decidir si las mujeres de este país pueden abortar o no.
Frente a todos ellos, reivindico la alegría de vivir (será porque cumplo 50 y ya no me asusta nada). Todos éstos no lo ven todavía, pero está llegando un nuevo tiempo. Arrasará con ellos y sus nombres desaparecerán de la faz de la Tierra con un viento huracanado semejante al que arrasó Macondo. Un consejo: no fuméis porros debajo del paso, hermanos, que una cofradía es una institución muy seria.