Javier de Burgos, el paciente

Mucha paciencia fue la que seguramente tuvo fray Javier de Burgos, aunque no tanta como los vecinos y comerciantes de esta calle que lleva su nombre en pleno centro de Cádiz. Hasta seis veces han tenido que ver en poco tiempo estos vecinos y comerciantes cómo levantaban su calle y la volvían a adoquinar. La última (bueno, ya los vecinos se echan a temblar cuando se acerca un camión de Vías y Obras por su calle), ayer mismo, cuando no hace ni una semana que la habían levantado por enésima vez. Este trabajo se puede decir que está hecho a conciencia. Si no, que se lo pregunten a los trabajadores de la Peluquería Niko, que hace esquina con Barrié. ¿Le habrán cogido cariño a la calle o es que Loaiza quiere estar más cerca de los problemas de la AVV Cádiz Centro, que tantos quebraderos de cabeza le está dando?